
Siempre me ha interesado mucho la etapa de la historia española que comprende la II República y la Guerra Civil. Me ha intrigado cómo se pudieron desarrollar los acontecimientos de forma que una mitad del país acabase enfrentándose a la otra. Han sido muchos los documentales que he visto, debates televisivos, radiofónicos, libros leídos… tal vez hayan sido parciales, no lo se, por eso en los últimos meses me he dedicado a las versiones dadas por los “vencedores”.
Ayer precisamente, vi un debate que se emitió en el canal Libertad digital, en el 2007, y que trataba el tema de los mitos de la Guerra Civil española. Saqué varias conclusiones, no se si parciales o no, a partir de una serie de hechos que se expusieron en ese programa, que me hicieron buscar más información y que fueron –aproximadamente- los siguientes:
1. Las elecciones que se celebraron en abril de 1931 en España fueron municipales
2. En las elecciones municipales del 5 de abril no se decidía la forma de gobierno del estado español, es decir, no se decidía entre República o Monarquía
3. Sólo había una lista común (independientemente de los partidos) que se presentó a esas elecciones
4. La mayoría de los municipios votaron a los partidos monárquicos, los partidos republicanos apenas consiguieron votos (según periódicos de la época e historiadores)
5. Tendrían que haberse celebrado posteriormente unas elecciones provinciales y otras generales, no se celebraron (inmediatamente después a las municipales)
¿Qué pasó entonces para que el rey Alfonso XIII abandonase el país y se proclamase la II República?
Según en qué foros, periódicos, webs, libros, etc., se mire, el rey abandonó el país con anterioridad a la proclamación de la República, y en otros con posterioridad. La II República se proclamó el 14 de abril de 1931 y el rey abandonó el país la noche del 14 al 15 de abril. Luego se fue con posterioridad a la proclamación, digamos, oficial de la República.
Si, como así apuntan todos los datos, fueron los partidos monárquicos los ganadores de esas elecciones municipales –dejando a un lado la influencia total y absoluta de los caciques y la Iglesia en las zonas rurales-, ¿qué hizo que se abandonase la Monarquía y se abrazase la República?
Según historiadores como Pío Moa, fue la Monarquía la que, mal aconsejada o tal vez en horas bajas (un desánimo o desatención por parte de los monárquicos y por ende del rey), abandonó al país, dando así paso a la República. Otros, como José Rodríguez Lavandeira, aseguran que fue un golpe de estado en toda regla. Evidentemente, y aunque el señor Moa resulte algo más moderado, ambos no tienen un punto de vista, creo yo después de ver ese “debate”, imparcial.
Repasando la historia de esa época y resumiéndola, desde que Alfonso XIII llegase al poder habían sucedido dos hechos históricos importantes que habrían mermado la confianza del pueblo en la Monarquía: la I Guerra Mundial, en la que España tuvo una posición neutral y la dictadura autorizada por el rey del general Primo de Rivera.
La I Guerra Mundial supuso una inyección económica para las arcas del Estado español, el problema fue que esa inyección no llegó a las capas sociales más desfavorecidas y las zonas rurales de España continuaron siendo pobres, analfabetas y refugio de caciques que hacían y deshacían a su voluntad (con la connivencia de la Iglesia, por supuesto).
Después, el rey autorizó una dictadura militar. Siempre me he preguntado cómo se puede manejar una situación política de esas características, supongo que como se manejó en la época y así le lució el pelo al país.
¿Cómo unos ciudadanos iban a mantener la confianza en un jefe de Estado que había favorecido a los ricos, como siempre, y había dejado que los militares campasen a sus anchas?
Sin embargo, las elecciones municipales fueron un apoyo a la Monarquía, según los datos publicados en los periódicos de la época y según los historiadores. La incógnita se mantiene. ¿Quién o qué hizo que el rey abandonase el país? Los resultados electorales fueron favorables para los republicanos en las grandes ciudades (Madrid, Bilbao, Barcelona) tal vez al rey le asustó que esas grandes ciudades no le apoyasen como él esperaba. Tal vez alguien le metió el miedo en el cuerpo, tal vez simplemente estaba cansado.
¿Es posible que esta situación se produzca? Según el señor Moa, fueron los monárquicos los que le entregaron el poder a los republicanos “pasando” de los resultados de las elecciones del 5 de abril. Y los republicanos, que también “pasaron” del poco apoyo que habían recibido, aceptaron gustosamente el poder.
Por tanto, supuestamente, la II República española nació de la ilegitimidad de las urnas (puesto que perdió las elecciones) pero se convirtió en un gobierno legal desde el momento en el que el poder le fue entregado por los monárquicos.
Independientemente de todos los datos y pensamientos confusos que esta situación pueda provocar, hay algo claro. Después de que la II República recibiese el poder, se redactó una nueva constitución y fue mayoritariamente apoyada por los partidos llamados de izquierdas. Ahí existía una legalidad total.
El problema real es que el pueblo español, el desfavorecido pueblo español de la época, puso muchas esperanzas en esta nueva forma de gobierno, esperanzas que pensaban se traducirían en la mejora de las condiciones laborales, sociales, sanitarias, culturales, etc.
No se produjeron, porque el poder real aún estaba en manos de grandes fortunas que evidentemente no iban a aceptar de buena gana que sus mal pagados trabajadores mejorasen su calidad de vida a costa de sus fortunas, pobres ellos, ganadas con el sudor de sus subordinados.
La Iglesia también salía muy perjudicada. En la constitución que se aprobó a finales del año 1931, se declaró el Estado español laico, hasta entonces era un estado católico. La Iglesia tendría que empezar a “alimentarse” por si misma y dejaría de tener los privilegios de los que había gozado hasta entonces. En un documental que vi hace unos meses, creo que se llama la cruz y la gloria no estoy segura, se afirma por parte de uno de los entrevistados que las procesiones religiosas fueron prohibidas. Si se lee el artículo de la constitución correspondiente a este tema, puede leerse que cualquier tipo de manifestación, incluidas las religiosas, deberá ser autorizada. No prohibida, que es muy distinto. Debería autorizarse porque se unirían un gran número de personas y como sucede con cualquier concentración, antes y ahora, hay que estar preparado por si surgiese cualquier problema. Y no digo con esto que los católicos los creasen.
Continuará…