martes, 18 de noviembre de 2008

UN LIBRO

Estoy leyendo ahora mismo Instrucciones para salvar el mundo, el último libro de Rosa Montero. Hasta ahora (y ya llevo casi las tres cuartas partes de la novela), he descubierto un mundo oscuro y agonizante en el que se mueven unos personajes que, aunque ficticios, tienen más de reales de lo que uno podría imaginar.

Hace muchos años que descubrí a Rosa. Fue con su novela Temblor. Me parece genial y entre mis tareas pendientes está volver a leerla. Se que existen muchos libros y se también que tal vez, seguramente, no podré leerlos todos mientras viva; sin embargo, hay libros que merece la pena leer un par de veces. Temblor es uno de ellos.

Volviendo a Instrucciones... os diré que con esta novela Rosa termina de mostrarnos que es capaz de transportarnos a épocas, o situaciones temporales para ser más exactos, tan distintas como factibles. Todo bajo la claridad de la ficción, evidentemente. Hay un personaje que me fascina. Es Fatma, la prostituta de Sierra Leona. Tiene un pasado aún más oscuro que el presente que vive y a pesar de ello, es feliz. Es decir, es capaz de estar agradecida.

Daniel, el médico sumergido en la espiral de conformismo que nos ataca a muchos de nosotros en alguna etapa de nuestra vida, es otro de los personajes interesantes. Aunque, sinceramente, no me resulta simpático. Tal vez por aquello de representar lo que todos podemos llegar a ser. No lo sé.

Y por último, Matías. Un viudo de pasado infantil rodeado de soledad y presente maduro sumergido en la desesperación.

Reconozco que al principio comencé la lectura con cierto escepticismo. Llevo mucho tiempo sin leer ficción y casi había perdido el gusto por lo imaginario. Después, he sentido la necesidad de leer, de saber si esas personas que viven rodeadas de oscuridad (y no sólo porque la acción transcurre durante las noches madrileñas) son capaces de encontrar el camino que les lleve hacia el amanecer.

Hay frases geniales en la novela, está llena de imágenes que te hacen imaginar las escenas como si estuvieras en ellas, y eso, en mi modesta opinión, hace que quieras terminar el libro. Algo, que últimamente (al menos las últimas novelas que empecé), no consiguieron.

Si tenéis oportunidad, leedlo. Es una novela ágil y que verdaderamente puede que nos haga reflexionar sobre la vida que llevamos.

Un saludo, Mila.