martes, 22 de noviembre de 2011

Y la varita mágica no funcionó

En efecto, la varita mágica no funcionó. Todas aquellas personas que pensaron que tras el triunfo de la derecha España iba a dejar de sufrir la presión de los mercados al menos durante unos días, se estrellaron de bruces. No sólo no se aligeró la presión, aumentó.
Tampoco es que nadie tenga una varita mágica, a pesar de que nos hiciesen creer lo contrario. El caso es que ya están aquí, ya llegaron. Los caballeros y las amazonas de brillantes armaduras han arribado a puerto para arreglar las cosas.
Jamás nos han dicho que tienen el elixir mágico que todo lo arregla, faltaría más. A partir de ahora vendrán las subidas de precios, las bajadas de subvenciones, las desapariciones de ayudas, etc. Por lo pronto ya han comenzado por decir que se encuentran con las arcas vacías, eso el martes por la mañana, dos días escasos después de haber ganado unas elecciones y sin casi haberles dado tiempo a nombrar a la persona encargada del trámite famoso del traspaso de poderes. Es que además de magos son videntes, ¡qué personas más listas!
Sin entender de altas finanzas o economías, yo me pregunto:
1. Si suben luz, agua, transporte...
2. Si suben otros impuestos escondidos en artículos que no sean muy necesarios...
3. Si suben los precios de los elementos de primera necesidad, como los alimentos...
4. Si no suben los sueldos a los trabajadores...
5. Si consiguen un despido más que libre vergonzoso...
6. Etc.
¿Cómo se supone que comenzará la recuperación del país? Lo digo porque por lo visto un país se empieza a recuperar si hay consumo. Para que haya consumo tiene que haber empleo, pero si abaratas el despido y se despide a más gente (hay casi 5.000.000 de personas paradas) esas personas no pueden gastar, las personas que quedan trabajando si no se les sube el sueldo pero sí los impuestos y demás artículos de primera necesidad (no hablo de caprichos) tampoco pueden gastar, las personas que reciben una pensión por mucho que quieran hacer también tendrán que pagar más impuestos, así que lo comido por lo servido que dice el refrán, con lo cual tampoco podrán gastar...
Vamos, que no entiendo de alta economía ni de finanzas, pero me parece a mí que siempre terminamos pagando los de siempre, las personas trabajadoras. Y que hayan sido estas personas las que le hayan dado mayoría absoluta a la derecha. Inexplicable.
Mila.

viernes, 18 de noviembre de 2011

Una prima de riesgo sospechosa

Yo no entiendo de altas finanzas, ni de bajas. Sólo entiendo de la economía casera, la que hace que me vuelva loca para llegar a fin de mes. Esa se me da bien, o mal, si tenemos en cuenta que hay meses que por mucho que estire la cuerda se queda corta. En fin, me pierdo. Decía que no entiendo de altas finanzas, pero me parece harto sospechoso que la prima de riesgo española haya amanecido esta mañana equiparada a la italiana. Sobre todo si tenemos en cuenta que hace una semana aproximadamente estaban a cien puntos de distancia. Es decir, dentro de una mala situación, la de España era una situación menos mala que la de Italia.
Hoy, a tan sólo dos días de que se celebren elecciones generales en este país, nos encontramos con las situaciones económicas de ambos países igual de malas. Me lo expliquen por favor. ¿Será que es imprescindible que ganen los señores de azul muy buenos, muy buenos y esta es una forma de meter el miedo en el cuerpo al 30% de españoles indecisos y evitar que la distancia entre los partidos mayoritarios no siga acortándose?
Es una pregunta inocente, ignorante al máximo porque repito, una no entiende de finanzas, pero en Italia ya han cambiado el gobierno y el pueblo italiano no lo acepta. Supongo que querrán dejar atada y bien atada la situación en España para que no les pase lo mismo. Y ustedes se preguntarán, ¿quién o quiénes? Pues tiene una fácil respuesta. Aquellos que realmente manejan el cotarro, los que efectivamente tienen el poder, que lógicamente no son los políticos.
Dice esta mañana Iñaki Gabilondo en su videoblog que el domingo elegiremos al siervo del amo, y qué razón tiene.
Si imaginamos el mundo como un teatro, esta función apesta, pero es la que nos ha tocado representar. Si la democracia está debilitada lo que no podemos hacer es dejar que siga estándolo. En mi última entrada decía que teníamos que hacer uso de nuestro derecho al voto. Sigo manteniéndolo. Si podemos hacerlo sin coacciones (lo malo es que éstas vienen de afuera y ésas, son sutiles y muy difíciles de distinguir) mejor. Votemos lo que votemos, votemos. Sabemos que luego terminarán haciendo muchas cosas que no nos gustarán, pero podremos hacer algo al respecto, porque hemos reforzado un poco la base de la democracia. ¿No? No quiero perder la esperanza, me niego a perderla.
Mila.

martes, 15 de noviembre de 2011

La que nos espera, con la que nos está cayendo


No quiero ni pensarlo. Parece ser que España necesita un cambio de gobierno, honestamente, creo que lo que necesita es un cambio de políticos, pero claro, con lo que hay en los banquillos, no se puede hacer mucho. Las jóvenes promesas de todos los partidos han visto como se ha desprestigiado y se desprestigia el oficio, sinceramente, todas y todos aquellas y aquellos que una vez hicieron promesa de algo cuando llegaron a los despachos y fueron intoxicados por el virus de poder, enfermaron y sufrieron pérdida de memoria. O a lo peor, lo que sufrieron fue el choque directo con la realidad, esa que te enseña: "Esto es lo que hay, si tienes narices haces algo". No lo sé, repito, desconozco las entrañas de la profesión. Durante estos últimos años nos ha afectado una crisis tremenda. El gobierno no ha sabido afrontarla o la ha afrontado tarde, que también puede ser. Ha tenido que llevar a cabo reformas que le han sido impuestas desde el otro escalón del poder, el superior, el de la UE. Un inciso aquí, ¿realmente Francia y Alemania están tan estupendamente y casi que parece que no les está afectando la crisis? Lo digo porque como se permiten el lujo de decirnos a los demás cómo, cuándo y qué tenemos que hacer..., si hasta EE.UU. está en crisis. Bueno, dejemos la pregunta al aire.
Cinco millones de parados son muchos, muchísimos. Los desahucios y posteriores endeudamientos de por vida son brutales. No hablemos ya de los recortes en sanidad y educación (cuyas competencias pertenecen, por cierto, a las comunidades autónomas, que curiosamente están gobernadas en su mayoría por partidos de derechas y que, curiosamente, han decidido que son culpa de la deuda que tenían los gobiernos anteriores), los de sanidad van a conseguir que por ejemplo en Cataluña mueran personas enfermas de cáncer esperando una intervención que puede salvarles la vida.
¿Pero qué demonios es ésto?
¿Y ahora vienen unos señores de azul muy buenos, muy buenos y nos prometen que nos van a arreglar las cosas?
No, mejor. La señora Cospedal dice en el periódico hoy que los socialistas se dedican a incitar a la lucha y la pelea si ganan ellos evocando la Guerra Civil. ¡Pero cómo se puede ser tan analfabeta, por favor! El señor Rajoy ni contesta sobre su programa porque casi ni lo tiene, son todo palabras rimbombantes sacadas del diccionario de la RAE, para que todos sus compis sepan que habla muy bien, perdón, que escribe. Lo malo es que probablemente ni lo escriba él.
Los otros partidos que tenemos como opciones... entre que no tienen voz porque no se la ofrecen mucho, la verdad, y ellos tampoco tienen claro a veces lo que dicen, estamos apañados. El movimiento 15-M tiene que mantenerse así, como un movimiento popular, independiente, en el momento en el que se politice, se acabó.
Lo único que tengo claro es que el domingo 20 de noviembre tenemos que ejercer nuestro derecho al voto, por nosotros mismos. No importa a qué opción política votemos, cada cual según sus tendencias evidentemente, pero no dejemos de ejercer ese derecho. Es importante, es lo que nos queda. Eso y hacernos de un buen chubasquero, porque la que se nos viene encima no tiene pinta de pasar pronto.
Mila.