domingo, 31 de mayo de 2009

¿COMPARTIR O PIRATEAR?

Yo no entiendo mucho de leyes. Si lo hiciera probablemente estaría viviendo a cuerpo de reina y sin preocuparme mucho por nada.
Lo digo porque acabo de leer un artículo de un chico que vio su casa invadida hace cinco días por cinco supuestos miembros de un juzgado. Si no recuerdo mal al final había dos de la SGAE, un juez, otra persona que no recuerdo y una más que no se identificó.
Menos mal que pudo llamar a un abogado y al final (después de dos horas registrando su casa y sus ordenadores) les pudo echar, sin que se llevaran nada, pero pensaban dejarle en "interiores informáticos".
Una vez que les echó, la señora secretaria de la SGAE le dijo a modo de despedida: "No teníamos que haberte dejado llamar al abogado (sic)".
Y yo me pregunto: ¿Tan mala es la justicia española que permite que los ciudadanos de a pie suframos los abusos supuestamente legales (la orden de registro no era para que entrasen en su casa y mirasen hasta la talla de sus calzoncillos)? ¿Qué podemos hacer nosotros cuando cinco personas nos dicen que traen una orden para entrar en nuestro domicilio? ¿cuando te la enseñan sabiendo que no entiendes los tecnicismos legales?
Si las personas que el pueblo elige para que le representen en las cámaras, en el mundo político, tienen que hacer leyes ¿por qué las hacen en nuestra contra?
En España ¿NO ERA QUE HABÍA UNA DEMOCRACIA EN ESPAÑA DESDE HACE TREINTA Y CINCO AÑOS?

¿QUé podemos hacer contra esta clase de atentados a nuestros derechos fundamentales?

Un saludo, MIla.

sábado, 30 de mayo de 2009

LAS NAVEGACIONES EN INTERNET


Estaba buscando información sobre Olvido Gara (léase Alaska) y me he encontrado con un blog que escriben su compañero, Mario, y ella. Siempre he tenido a Olvido (si se me permite la confianza) como una mujer inteligente, bastante inteligente, al menos lo suficiente como para desenvolverse en un mundo aparente siendo fiel a sí misma.
Creo que, en la que es la última entrada escrita en el blog por ella, dice que no hay que fiarse de todos los datos que se encuentran en internet. Eso es cierto, no hay que fiarse, pero ni de los datos que se encuentran en la red, ni de los que leemos en los periódicos, ni de lo que nos transmiten por la tv o la radio.
Se que puede sonar catastrófico, pero está claro que no tendríamos que quedarnos con lo primero que leemos, visionamos o escuchamos. Tengo una opinión bastante buena sobre el ser humano (a veces no tanto) y creo que sabemos buscar más allá de lo que se nos pone delante de las narices.
Yo, osada de mí, que tengo además de éste otro blog sobre historia de las mujeres en la red, nunca aseguro nada. No me quedo con lo primero que leo. Busco y rebusco hasta que consigo crearme una opinión propia sobre el tema que investigo. Luego transmito los datos que he encontrado (en las bibliotecas, en las publicaciones especializadas, también en la red, ¿por qué no?) y cuando escribo algo que supone una opinión personal, lo recalco.
No me he sentido aludida por ese comentario blogero de Alaska, tan sólo opino sobre el tema de la fiabilidad de la información. NO OS QUEDÉIS CON LO PRIMERO QUE ENCONTRÉIS, SEGUID BUSCANDO.

Un saludo, Mila.

viernes, 15 de mayo de 2009

LO QUE ME RONDA LA MENTE


A veces una se sorprende de las cosas que piensa. Mientras lee el periódico en internet (perdón, perdón, pero es más cómodo) viendo atrocidades, noticias insólitas o deportivas.

Una se engaña a sí misma diciendo que si fuese gobernante, directiva o escritora (que lo intenta ser, escritora, pero sin resultados óptimos) haría las cosas de otra manera.

Sin embargo, ese sentimiento de "arreglalotodo" se marcha a la media hora de dejar la web, de volver a las tareas domésticas y a las obligaciones diarias.

Esta entrada no tiene mucho sentido, puede ser, pero necesitaba escribir lo que me ronda la mente en este momento.

¿A santo de qué estoy escribiendo? A santo de nada, a santo de todo. Escribo porque lo necesito ahora mismo, porque estoy sola en casa y necesitaba hablar con alguien y he elegido la frialdad de la red o su regazo peligrosamente agradable. Tal vez esté empezando a recorrer el camino de la escritura, tal vez esta necesidad apremiante signifique que el gusanillo de inventar historias y plasmar sentimientos ha vuelto. Tal vez simplemente necesite paliar mi soledad momentánea. No sé, tal vez me esté volviendo loca o tal vez...

Caramba, esa necesidad angustiosa se ha calmado un poco. Sólo escribí unas líneas y empecé a relajarme. Si alguien navega por la red y encuentra este texto, que no se asuste, no pertenece a nadie enfermo, sólo a una mujer con sueños.

Mila.