viernes, 24 de abril de 2009

LOS ARTÍCULOS ENMENDADOS DE LA RAE


Esto de la igualdad y el género, la conciliación, etc., trae de cabeza a las personas que velan por el buen funcionamiento de ésta nuestra lengua. El castellano.

No hace mucho, las diferencias entre colocar una "o" ó una "a" al final de una palabra podían significar un insulto supremo o un halago divino.

Los tiempos han cambiado, no tanto como quisiéramos, pero de a poquitos van entrando en razón. Sin embargo, un
hombre público sigue siendo (y cito textualmente con enmienda para la vigésimo tercera edición del diccionario de la RAE): el que tiene presencia o influjo en la vida social; mientras, una mujer pública continúa siendo (y repito lo mismo que en el paréntesis anterior): prostituta.

No seré yo quien intente corregir a las personas que se han ganado su sillón en la Academia, pero me gustaría darles un pellizco de atención. Enmienden del todo o no enmienden nada. Si no enmiendan (y perdón por las repeticiones) las palabras más importantes HOMBRE y MUJER, y no sólo eso si no que además mantienen, por poner un ejemplo: esposo -a, cuando la "a" en este caso va antes que la "o", mal vamos.

Si seguimos el orden del abecedario, sigámoslo. Nunca pondremos la palabra "mujer" antes que la palabra "hombre", puesto que todos sabemos que la "h" va antes que la "m", ¿no? Pues eso.

Un saludo. Mila.